sábado, 31 de mayo de 2014

El segundo puente


Hoy hemos paleado hacia el interior de la bahía. Esto es raro, porque salvo que haya levante fuerte, el agua aquí está tranquila y habitualmente busco movimiento, pero algunas veces es bueno darse una vuelta. 
 
Esto nos ha permitido pasar bajo las obras del segundo puente que cruzará la bahía de Cádiz. Es el “Puente de La Pepa” o “Puente de la Constitución de 1812”. Llamado así porque la idea era inaugurarlo en el 2012 durante los actos de conmemoración de la primera constitución española, que se firmó aquí ....... pero ya sabemos como va la obra pública en los últimos años en este país.


Vamos, que el puente está todavía en construcción, será el segundo, pues tenemos uno ya, el Puente Carranza. El nuevo será uno de los de mayor altura en Europa con un gálibo de 69 metros y 5 kilómetros de longitud total. Atirantado, con dos grandes torres: 187 metros la del mar y 181 metros la de tierra. Será el tercer acceso a la ciudad, y tendrá gran capacidad de comunicaciones, con dos carriles de autovía por sentido y dos vías férreas, por las que transitará el tranvía metropolitano. Lo cierto es que las obras van cantidad de lentas, pero como paso de tiempo en tiempo por aquí, pues veo avance.


No discuto que a los gaditanos nos hace falta un nuevo acceso, Cádiz es famosa por sus tapones para entrar y salir de la ciudad en las horas punta (los problemas de estar rodeados por agua), pero a los que navegamos en sus aguas nos chirría la vista de este armatoste, que se hace protagonista del entorno por su tamaño.


….. si, ya se que San Francisco es famoso por el Golden Gate y tal, pero sinceramente, me gusta mucho más el agua y el cielo.

viernes, 30 de mayo de 2014

Seguridad en la Nautica de Recreo


Ahora que ha llegado el buen tiempo, muchos palistas programan travesías, es bueno darle un repaso a las recomendaciones de Salvamento Marítimo para la navegación en kayak. Son cosas conocidas  pero no por ello menos básicas.

Pica en el texto naranja para abriri los contenidos.. como siempre...!

martes, 27 de mayo de 2014

¿Necesitamos formarnos para practicar Kayak de Mar?

Este deporte es "algo más que un deporte". Vale, ya se que es una frase muy manida, pero lo creo sinceramente. A diferencia de las disciplinas de competición (el KDM también tiene esa faceta), donde hay toda una infraestructura de soporte, cuando estamos de travesía (incluso dando un paseo) los elementos de seguridad (tanto preventivos como activos) dependen exclusivamente de nosotros, por no hablar de otras cuestiones también fundamentales y ligadas al conocimiento del medio y destrezas, que debemos dominar.


Las actividades físicas que se llevan a cabo en el medio natural (llamadas de aventura) requieren de una capacitación técnica y de un bagaje de conocimientos, para desarrollarlas adecuadamente. El entorno, muchas veces es hostil y siempre "no controlable" por nosotros, por lo que debemos disponer de las capacidades necesarias para ser dueños de la situación en todo momento. Hay que realizar una correcta planificación de nuestras rutas, tener planes B, y garantías de superar problemas e imprevistos, que inevitablemente aparecerán (es una cuestión de simple estadística). 


La experiencia es un elemento básico, pero en mi opinión no es la vía adecuada para obtener los conocimientos necesarios. Sobre todo si se adquieren de manera autodidacta. Se tarda demasiado y se fijan muchos "vicios".

 
Lo primero que deberíamos saber, de entrada, es nuestro nivel en KDM. Ya en alguna ocasión se ha tocado el tema en este blog. Lo segundo, actuar en consecuencia: practicar Kayak de Mar de acuerdo a ese nivel, sin sobrepasarlo. No navegar solo si no somos autosuficientes, ni meternos en "fregados" que superen nuestros recursos técnicos o conocimientos.
 


Si se quiere avanzar rápido y en la buena dirección, lo adecuado es formarse con profesionales capacitados. Afortunadamente esto ya se está regulando y hay gente muy capaz y con larga experiencia que ahora ya tiene respaldo normativo tanto para la formación como para el guiado.




El ir aprendiendo de manera ordenada y segura da la confianza necesaria para sentirnos mejor en la mar y poder plantearnos metas cada vez más ambiciosas. Junto con lo anterior, el tener una buena forma física es fundamental, este puede ser un deporte muuuuuuy duro, que nos exige muchas veces apretar los dientes. 

jueves, 22 de mayo de 2014

El bajo de los Cochinos

Aprovechando el mar de leva que ha quedado tras estos días de viento, nos hemos ido a jugar con las olitas al bajo de Los Cochinos. Situado cerca en la entrada de la bahía, es famoso por los muchos naufragios que allí se han registrado a lo largo de la historia de la navegación.

Hoy el agua tenía un inusual color verde oscuro que absorvía los rayos del sol, la mar movida nos ha permitido jugar y coger olas tendidas de mar entre Los Cochinos y Las Puercas.

lunes, 19 de mayo de 2014

Otra tarde disfrutona


Esta tarde ...viento y olas en una mar preciosa, en buena compañia ¿que mas se puede pedir?.....


domingo, 18 de mayo de 2014

Gaviotas y kayakistas

Aunque a veces competimos con las gaviotas por una presa y otras incluso nos atacan con sus vuelos rasantes cuando entienden que estamos invadiendo su territorio, nuestra relación está ahora en buen momento. Cuando regresamos de palear, y comemos en el club, frente al mar, vienen a visitarnos y a llevarse su parte.

jueves, 15 de mayo de 2014

Palear con viento



Con la rasca que tenemos hoy por mi zona de paleo, se me ocurre que es una buena oportunidad para hablar de este tema. Para nosotros kayakistas, el viento y las olas son los elementos que más influyen en nuestro desplazamiento, y ambos están directamente relacionados.


Nuestra embarcación es muy pequeña y ligera, por lo que condiciones que no ofrecen dificultad para la navegación a barcos más grandes, pueden convertirse en duras para avanzar a fuerza de paleo. Dicho esto, afortunadamente, el kayak de mar es muy marinero y en manos expertas tiene unas enormes posibilidades de navegación. 

El equipo que utilicemos es importante a la hora de mejorar nuestra técnica de paleo en presencia de viento. No es lo mismo usar un kayak con mucha obra muerta que otro con poca (pues la superficie que ofrecemos al viento es diferente). Tampoco es igual navegar con un kayak largo que con otro corto. Todavía tiene más relevancia para la técnica si llevamos timón o no, y en su defecto, si nuestro kayak está equipado con orza o carece de ella.

  
Lo mismo ocurre con la pala, la influencia del viento (efecto vela) sobre la hoja que tenemos arriba es muy diferente en groes, europeas y wings. Al igual que la capacidad de empuje para ascender o bajar una ola, es distinta según lo que tengamos en las manos.


Desde mi experiencia de muchos años ya… me temo…. Soy partidario de tener un equipo versátil, que me permita hacer más o menos “de todo”, sin tener que cambiar de kayak y pala, según vaya a: surfear, hacer tiradas largas, rutas rápidas, rockhopping …..etc. Por ello tecnifico con mi kayak y pala habituales, que me van al pelo por mis características y gustos personales.

Lo anterior no significa que no tenga claro que lo mejor para coger olas es un kayaksurf, para ir rápido un surfski, para esquimos una groe, para una buena velocidad de crucero una wing……

Por ello, lo que aquí hablo, al igual que en el resto de las entradas del blog, se refieren a lo que considero el auténtico kayak de mar: navegar con una buena pala europea y un kayak técnico con orza, equipado para travesía. Y desde ese punto de vista está escrito lo que viene a continuación.

Cuando tenemos viento en la mar, en razón al tiempo que lleve soplando y de su intensidad, vendrá acompañado de nuestras amigas las olas. Más o menos grandes, con mayor o menor frecuencia etc… Si el viento ya está entablado, y nos olvidamos de otros factores como la corriente, la profundidad, rebotes etc, olas y vientos vendrán de la misma dirección y serán más o menos estables (aparte de las rachas correspondientes).


Si estamos en aguas abiertas, la influencia de ambos agentes sobre nuestro paleo puede enfocarse fundamentalmente en relación al ángulo en que nos llegan mientras paleamos. A favor (downwind), en contra (upwind) o de través (crosswind). Me olvido de direcciones intermedias (ceñida y largo), que son componentes de las anteriores.

Downwind
Deseado por los expertos, temido por los novatos. Si se sabe aprovechar permite una navegación rápida y divertida, aunque con grandes olas es difícil.



La percepción que tenemos es que el viento es menor del realmente existente (nos movemos con el) por lo que el viento aparente disminuye.

Nuestra preocupación será que la ola no nos cruce el kayak, por lo que si no vamos seguros, orza totalmente bajada. Utilizamos básicamente el timoneo de popa y paladas correctoras. Importante jugar con los apoyos, en este caso apoyos bajos (low brace). Las correcciones del rumbo deben ser precoces, una vez que el kayak empiece a cruzarse es complicado devolverlo a su lugar.

El truco para una navegación rápida radica en saber cuando aumentar la cadencia de paleo y cuando relajarla. Nuestro indicador es la proa del kayak, cuando la vemos bajar aumentaremos el ritmo, y cuando la veamos subir lo ralentizaremos para descansar. Si lo hacemos bien surfearemos, si no, la ola pasará bajo el casco y notaremos como nos frena a la vez que vemos alejarse la cresta.

Lo normal es que con el downwind aumentemos nuestra velocidad de crucero, aunque cansa si queremos aprovechar todas las olas.

Crosswind
Con vientos cruzados, la tendencia del kayak será aproarse, es decir llevar la proa a barlovento. Para corregir esto, usaremos varios recursos: canteo, separar más la pala del casco por la amura de barlovento, paladas correctoras, incluso circulares y calar la orza más o menos hasta que nuestro rumbo se mantenga estable (generalmente hasta la mitad).
 

Si las olas son grandes, te romperán encima, por lo que es buena idea inclinarnos un poco hacia barlovento, para evitar el eventual vuelco.

El ángulo de paleo deberá ser más bajo, tanto como necesitemos para que la hoja que está arriba se afecte lo menos posible por el empuje lateral que recibe. En caso de ráfaga, conviene no luchar (eso nos desequilibra) y dejar que el viento nos mueva la pala, corregimos sobre la marcha con el siguiente ciclo. El paleo debe cambiar para aumentar el apoyo, en detrimento del avance.

Aquí también haremos apoyos, en este caso sobre la ola, que serán bajos (low brace) o altos (high brace) dependiendo de su altura.
 

Si nos encontramos cómodos, podemos jugar un poco aproándonos ligeramente cuando llegue la ola, de manera que subamos por ella, para utilizarla con  un corto surfeo que nos vuelva a nuestro rumbo. Para girar el kayak hay que esperar a estar en la cresta, es en esta posición donde se liberan las puntas de la embarcación y el giro sobre el caso es rápido.

Upwind
La sensación que tendremos con el viento de cara es que hace más del que realmente hay. El viento aparente aumenta, pues se suma a la velocidad del viento real la del kayak. Desgraciadamente no aumenta demasiado si es fuerte, pues nuestro desplazamiento contra la ola es lento. Nuestra percepción de velocidad subjetiva también será engañosamente elevada. La manera de contrarrestar  en este caso es sencilla, apretar los dientes.


Con la ola de frente tendremos mayor estabilidad y estaremos más tranquilos pues la vemos venir y nos será más fácil gobernarla. Aquí podemos dedicarnos al paleo de avance más que de apoyo, aunque siga teniendo un ángulo bajo. La orza totalmente levantada.

En este escenario nos también nos vale aquello de acelerar cuando baje la proa (cuando hemos sobrepasado la cresta), pero no podemos relajarnos mucho cuando la ola nos levante la nariz, pues nos pararía en exceso.

En este caso, al igual que en los dos anteriores hay una regla de oro, si nosotros gobernamos la ola, vamos bien, si la ola nos gobierna a nosotros “chungo”. Por esto hay que estar fuerte para palear con viento, debemos poder mover el kayak a donde queramos y con velocidad/potencia, si nos quedamos a merced de la mar todo lo anterior no sirve. 

lunes, 12 de mayo de 2014

Señalar nuestra posición



En alguna ocasión podemos vernos en la necesidad de indicar nuestra posición. En la eventualidad de que solicitemos un rescate, este dato es fundamental.

 

Si llevamos un GPS con nosotros, la cosa es simple, damos por radio o teléfono nuestra posición exacta.

 

Si no llevamos GPS, pero llevamos compás de cubierta o brújula (que va siempre en el bolsillo del chaleco), lo habitual es:

 

  1. Marcar un punto reconocible para nosotros (en el caso del ejemplo el faro de Trafalgar) e indicar los grados al que lo vemos desde nuestra posición, es decir tomamos una marcación. En el caso del ejemplo lo vemos a 330º.

  1. Dar una distancia estimada hasta el punto marcado, por ejemplo tres millas (NM).

 

Si el helicóptero viene por nosotros, lo único que tiene que hacer es ir al punto marcado (Faro de Trafalgar) y tomar el rumbo inverso a la marcación dada (restando 180º) en el caso del ejemplo, vendrá hacia nosotros a 150º hasta encontrarnos.

 

Si desde nuestra localización en la mar podemos identificar un segundo punto (en el ejemplo el faro de Punta Camarinal), le daremos también la marcación al segundo, en este caso 60º. De esta manera ofrecemos una posición exacta (punto donde se cruzan ambas líneas).  

sábado, 10 de mayo de 2014

Sábado tropìcal

En la mar no te aburres, hay de todo, unos dias te tienes que trabajar las olas abrigado y otros te das cuenta que ya ha llegado el verano (diga lo que diga el calendario), solo hay que darle un vistazo a la temperatura del agua hoy, aquí.




















Cruzando la bahía esta mañana, el levante y el poniente en lucha han dejado el agua como un plato. Calma chicha.


Oportunidad para concentrarse en la técnica de paleo y mejorar el gesto y la eficiencia, oyendo solo el sueve chapoteo de la pala y el ligero deslizamiento del caso sobre el agua.


Eso si, a la llegada a tierra rehidratación necesaria...

martes, 6 de mayo de 2014

Puente "Pedricero"

Mayo siempre es una buena época para ir al monte. Este año se aprovechó el puente para desconectar un poco del agua y disfrutar de un entorno increíble, la Pedriza. A pesar de su fácil acceso, a pocos kilómetros de Madrid, es un entorno bien conservado, que tiene montones de enclaves bellos y solitarios…. Para acceder a ellos solo hay que “patear” un poco.


Este reino del granito, atrae a los escaladores desde hace mucho, exigiendo un estilo particular, por la configuración de sus vías de adherencia.


Además dispone de una red de senderos muy interesantes y exigentes para el trail running, con multitud de pasos técnicos y desnivel.




Nosotros, esta vez, fuimos a descubrir rincones con la mochila. De las rutas que hicimos, pongo aquí la que más me gustó: la Circular de la Pedriza, que recorre las dos pedrizas, la “anterior” y la “posterior” con una longitud de unos 18 kilómetros y un desnivel positivo de 1.220 m.  Este es un itinerario ideal para entrenar el trail “duro”.

Comenzamos en Canto Cochino, área con Parking si vamos con coche, o a pie viniendo de Manzanares el Real siguiendo el curso del río (esto le suma a la ruta unos kilómetros). Atravesamos el puente del río Manzanares, desde aquí subida entre pinos, por la “autopista” sendero ancho y suave durante los primeros kilómetros, que acaba convirtiéndose en técnico y empinándose para llegar al punto culminante de la ruta y prácticamente techo de la zona “Las Torres”.


El sendero es el PR-2 con marcas blancas y amarillas. Hemos dejado a nuestra derecha el Llano Peluca y el acceso al refugio Giner de los Ríos (con fuente).


La parte final de la subida, tras Prado Poyo ya es entre bolos de granito que poco a poco acabarán por imponerse a la vegetación del valle. 


Ya por aquí empezamos a tener problemas para encontrar el camino correcto, en muchos casos saltamos entre rocas y las marcas están alejadas, empieza el … juego de pistas….



Por fin, llegamos al collado del Miradero (no hemos parado de subir durante 7 kilómetros), un ascenso de 850 metros.  Desde aquí conectamos con la senda Maeso, que gira a la derecha tras las cumbres de las cuatro torres, es el PR-1 también con marcas amarillas y blancas.


Seguimos ascendiendo suavemente hasta pasar a la otra vertiente de las torres por la brecha (2010 m), entramos directamente en un caos de roca con torres erosionadas y formas espectaculares, que dan un ambiente mágico.


El recorrido obliga a ayudarse de las manos constantemente, y a algunos destrepes en los que hay que poner atención. Se incluyen saltos obligados de piedra a piedra y pasos bajo bloques (pa que no falte de na).



Recorremos el cordal completo, hasta el Collado de la Dehesilla. Hay que poner mucha atención para no perderse, entre tanta piedra, pues no hay sendero. Es el tramo más técnico y bonito del recorrido, en mi opinión.





Desde el collado hay dos opciones, bajar directamente al valle por el Tolmo y Llano Peluca para conectar con la autopista por donde subimos o bien continuar subiendo por la otra vertiente (Los Fantasmas). Si tomamos la primera opción acortamos la ruta y sobre todo se suaviza el descenso (aún estamos a 1450 m).


Si optamos por la segunda opción, una vez culminado el duro repecho, hay que abandonar el PR-1 (que sigue hasta (Manzanares el Real), nosotros pasaremos por debajo de la cara sur del Yelmo (normalmente con escaladores), aquí tenemos otro manantial.



Bajamos hasta la Gran Cañada, para continuar descenso hasta el arroyo de la Majadilla que pasamos por su puente.
 

Encontramos mucha vida a nuestro alrededor. Ya estamos cerca del punto de inicio, al que llegamos por el lado contrario, cerrando el circulo.

En resumen un lugar donde volver...